BIENVENIDOS

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jueves, 5 de marzo de 2015



BUSCA TU ESTRELLA
.....hemos  visto  su  estrella  en  el oriente  y  venimos  a  adorarlo..... Mateo: 2,2

Hace más de dos mil años   unos astrólogos que  ahora se representan como los reyes magos, tuvieron la visión  de una estrella  que les señalaba  el lugar donde había nacido el Mesías. Ellos conocedores del significado de su nacimiento se pusieron en camino,  hasta llegar al  recién  nacido.

Así como a  los reyes magos, a todos en un momento de la vida  se nos presenta esa  estrella. A veces en una homilía, otras veces en una lectura, en un programa  de  televisión, en un programa de radio,  escuchando a  una persona.  De formas  muy diversas  se nos puede presentar la estrella; sin embargo, no siempre  la vemos, no  siempre  la  seguimos.

A veces nos perdemos en la oscuridad de la indiferencia, del egoísmo, del desánimo, de  la tristeza, de la envidia, del rencor,  de  las  preocupaciones,  y  no vemos la estrella. No nos damos cuenta  que día con día la estrella está allí, que si la vemos  nos va señalando el camino  para  llegar  a Dios. Para verla  sólo debemos despojarnos de  los sentimientos egoístas  o negativos que tenemos y entonces podemos seguir la estrella,  y  lo más importante es que  también podemos guiar  a otros.

¿Qué significa  encontrar  la  estrella ?
Encontrar la estrella significa descubrir  el camino  que  nos conduce  hacia Dios. Darnos  cuenta  de   lo grande y maravilloso  que  es Dios con nosotros,  y   cómo a  través  de los mandamientos nos va señalando el camino. Llegamos  a comprender  lo  grandiosa que es la vida.  Nos damos cuenta  que cada día es  diferente, aunque a simple vista parezca igual, que cada día podemos ir siendo mejores personas y ayudar a que el mundo  sea  mejor.  Vamos descubriendo los verdaderos anhelos,   haciendo todo lo posible por realizarlos. A veces  su realización lleva tiempo, pero  desarrollamos  la suficiente paciencia  para  esperarlos.

Encontrar  la estrella significa saber hacia donde vas,  tener un  propósito en la vida;  sentirte bien donde estás, tener  el corazón alegre   y deseos  de mejorar, de irte  despojando  de todo aquello que limita  el crecimiento  y desarrollo. El desánimo, la  incertidumbre,  no tendrá cabida en tu corazón,  si  llegan no  van a  estar  por mucho  tiempo.  Siempre   saldrás adelante porque  acudirás  al  Padre Bueno que sabes existe  y  está  a  la  distancia  de  una  oración.  A través de  la oración  podemos  comunicarnos con Él  y   recibir  paz en medio de la tempestad, tranquilidad; fortaleza, cuando  todo sale  mal, fe cuando  parece que  todo está en contra. 

Encontrar  la  estrella  significa encontrar el camino, la tranquilidad,  la paz en la mente y  en el corazón.  Encontrar  esa paz interna inspirada  por Dios nos  invita  a ser mejores  y procurar  el bien de  los demás.

Encontrar la  estrella  significa  aprender a perdonar, comenzando con uno  mismo,   reconocer los  errores  y las  propias  limitaciones.  Darse cuenta que todos podemos equivocarnos   una o más veces, lo importante es aprender  la lección y seguir.  Despojarse  del rencor,  complejos  de  culpa,  y  de  todo  aquello que estorba, que hace daño,  que limita o da intranquilidad. Practicar  la misericordia con los más necesitados,   ayudar  sin  esperar  nada  a  cambio.

Pensar en grande, pensar  en todas las cosas que Dios día  a  día  nos da,  sin importar  si somos buenos  o malos.  Mirar  el sol, sentir la brisa fresca, contemplar las estrellas,  mirar  la lluvia, las flores,  comprender   que Dios está  ahí  en cada  cosa  del universo.

Encontrar la estrella significa encontrarle sentido  a la vida, comprender  que  cada uno es  diferente y hay una razón por la cual está   aquí,  que  cada  uno  tiene una misión  por  cumplir. Comprender  que la vida  es breve  y es la oportunidad  que Dios  nos da para  mejorarnos, para pulirnos  en el amor, en la comprensión,  en la amistad, en la paciencia. Para  aprender  que  en la escuela de  la vida  todos llevamos un nivel, que si no avanzamos  retrocedemos, que siempre podemos ir aprendiendo, mejorando, el límite es la excelencia y ser excelente significa  mejorar continuamente. Darnos  cuenta que  todos estamos para  ayudarnos  y   procurarnos una vida más tranquila, más satisfactoria. Para ser luz unos de otros y hacer  del mundo...   un mundo mejor.

Encontrar la  estrella  no  significa  no  tener problemas, dificultades, o  tropiezos,  sino,  saber  que los problemas y las dificultades  son   parte de la vida  y que  es  la  forma  de ir  aprendiendo y   conociendo   cuan fuertes somos, de cuanto somos capaces,  y  como aplicamos  lo que sabemos, lo que hemos aprendido.

La fortaleza de  cada uno no se conoce  en situaciones de bonanza, se conoce   en las  situaciones difíciles,  cuando  se presentan   obstáculos,  cuando  encontramos  baches; cuando nos damos cuenta  que  no es fácil avanzar  si no hemos encontrado… la luz  que   nos   ha   de guiar  en el  camino.

Decídete  a  seguir  la  estrella.   Encuentra  tu luz.  Jesús,  todos los días,  de alguna forma,  te invita  a seguirle. Son muchas las personas que pone en tu camino  para que te ayuden   a encontrar tu estrella, a encontrar tu luz.  La vida es la oportunidad  que tienes para ello y si logras encontrarla serás muy feliz, sentirás  que la vida  tiene sentido  y que  tienes un lugar  privilegiado  en la inmensidad  del universo.

Busca tu luz, en  tu casa,  en el lugar  donde vives, en  el trabajo, busca tu estrella  y  encontrarás  el camino  que  te  lleve  a  la realización de tus más caros  anhelos,   a  la búsqueda  de la  excelencia  en  los diferentes  roles  que  practicas,  será  beneficioso   para  ti  y  para los demás.

Siempre tendrás deseos por cumplir, proyectos que ejecutar, sueños   por realizar.  Poco a  poco te darás cuenta  que  es mejor  hacer siempre lo correcto,  aunque nadie  lo celebre,  ayudar  a otros, aunque no  te den las gracias; practicar el bien, aunque  nadie  se dé  cuenta.  Hacer buenas obras, aunque  a otros  les  parezca  que llevas intereses ocultos.  Todo ello  te  acercará  cada vez más  a  Dios  y cuando te llegue  el tiempo de partir,   el encuentro será  menos temido. 


Al encontrar tu estrella,   el camino de tu vida  se  iluminará  y serás  como una luz que podrá conducir  a otros hacia una vida mejor.  Aprenderás  que  no es  en el dinero, en los bienes, o en la profesión,  en quien debes confiar, sino  en Dios, en tu Padre Celestial y en ese poder  que  te ha dado  para  realizar  tus   sueños. Busca tu luz... busca las señales y procura no  tomar las equivocadas, las que  alucinan, las que ciegan, las que te dan  alegrías pasajeras,  las  que   van contra ti mismo,  contra los demás, o contra el mundo.

Si quieres encontrar  la luz verdadera trata de estar  atento, quizá sea  una película, un libro, un sacerdote, una persona  de fe, que con vehemencia te hable de Dios,  del camino de la conversión,  de la  importancia  de  tener  un propósito en la vida.  De abandonar las tinieblas de lo  que parece  bueno, pero que no lo es; de todo aquello que limita tu crecimiento, que  te roba  la paz.  Quizá sea avaricia, envidia, rencor, egoísmo,  lujuria,  adulterio, un vicio; quien sabe que  caminos equivocados  hasta hoy hayas seguido. Es tiempo de dejarlos y seguir la luz,  la luz que te  conduce  hacia Dios.
Tomado de  Collar  de  perlas II, Secretos para hacer  de  su  vida un  viaje placentero.


 Busca tu estrella  y le encontrarás sentido a  la vida. Encontrarás  todas las bondades que Dios puso en ti y las utilizarás en beneficio tuyo y  de los demás.  Comprenderás que cada día es una oportunidad  de  ser  mejor, de   disfrutar todas las riquezas que Dios te dio,   y lo más importante:  que vivirás  en paz. Busca tu estrella, vivirás  mejor  y  contribuirás  a  hacer  del  mundo  un  lugar mejor para vivir.

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