BIENVENIDOS

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viernes, 1 de marzo de 2013


ACEPTA  TUS   SENTIMIENTOS
 
Aceptar  los  sentimientos,  es  el  primer  paso  para  cambiarlos.
 Los sentimientos  provienen de los pensamientos. 
De acuerdo a lo que pensamos, así sentimos y actuamos,  aunque a veces  no nos damos cuenta. Cuando  se tienen  sentimientos  negativos hacia una persona, o hacia una determinada situación, es porque los pensamientos  son negativos. A veces  se llega a creer  que los sentimientos no pueden cambiarse; la verdad  es  que sí se pueden cambiar,    cuando se  cambian  los pensamientos. 
 
Pero,  ¿Cómo  podemos  cambiar  los pensamientos?
Cuando  se  tiene un determinado  pensamiento  y quiere  cambiarse,  lo  que  debe hacerse  es  sustituirlo  por  otro,  lo  cual  puede  lograrse tan  sólo  con    la voluntad.  Los  sentimientos  son el  producto de la  asimilación que hacemos  de  los hechos, las personas y las cosas. Se originan por  los pensamientos que se tienen, si los  pensamientos  son positivos, los sentimientos  también lo  serán.  
 
Para  una vida saludable es conveniente  tener sentimientos positivos, los cuales  pueden darse  si los pensamientos  también  lo son.  Los pensamientos nos orientan en el diario vivir. Ten  cuidado  con lo que piensas,  te conviertes  en lo  que piensas, Collar  de perlas. Secretos  para  hacer  de  su vida  una joya, pág. 59.  
 
Para tener  pensamientos positivos, es necesario   centrarse en lo bueno,  en  los  aspectos agradables, en las cualidades, en las fortalezas, no en las debilidades, o  en las cosas  que nos desagradan.  En  cuanto  a  los  sentimientos  es  importante  aprender  a  aceptarlos,  ya sean positivos o negativos.  En ocasiones  es  difícil  aceptarlos,  pero  es  la única  forma  de  poder  cambiarlos.   Los sentimientos positivos  animan, entusiasman, generan optimismo, bienestar; los sentimientos negativos desaniman, incomodan, generan mal humor. 
 
Si  se  tienen sentimientos  negativos  y  quieren  cambiarse,  primero  deben  aceptarse,  aunque   ello  genere  conflictos  internos  por  el  “ deber ser” (Debo  amar  a  mi  hermana (o),  a  mi hija ( o), a  mis  padres,  a  mi  esposa(o) pero  a  veces   siento  que  les  detesto,  que  me  caen  mal,  me  incomodan,  me   sacan de quicio).   Después  de aceptar estos  sentimientos,   es necesario revisar  los pensamientos  y  creencias  que  se tienen. A  lo  mejor se han  originado  por    malos  entendidos,  por  una mala  impresión,  o por   esquemas  mentales  que  ya  no  tienen validez.   No es un proceso fácil, pero vale la pena intentarlo,   ya  que  los sentimientos negativos desgastan,  incomodan  y  perjudican  las  relaciones. 
 
Revisa en tu interior  para  darte  cuenta  de los  sentimientos que tienes y si son negativos acéptalos,  luego trata de cambiarlos mediante  los pensamientos. Si crees  que no puedes  pide  ayuda a Dios, recuerda  que  Él te conoce,  sabe  de  tus  dificultades  y  siempre  te escucha.  Sólo debes  hablarle  a  través  de  la  oración.  
 
Generalmente,  los sentimientos negativos  hacia las personas nacen porque nos centramos  en sus defectos, en sus puntos débiles, en  lo que no nos gusta de ellas, o en  las ofensas  que   ya sea   queriendo  o  sin  querer  nos  han hecho.    Si en lugar  de centrarnos en sus defectos nos fijáramos en sus cualidades,  y nos  animáramos  a  perdonarles,  los sentimientos podrían  cambiarse e internamente lograríamos  mayor bienestar físico  y  emocional,   mayor comprensión, lo cual es   de beneficio para todos. 
A veces  las personas se niegan a cambiar  los sentimientos  como  una forma  de venganza,   y  otras  veces,   porque es más  cómodo mantenerlos  que reflexionar  y cambiar  los esquemas  que  han venido manteniendo en el transcurso de  la vida,  sin   darse  cuenta  que  con  ello  limitan  el  desarrollo  de  sus potencialidades, limitan  su  bienestar.
 
 

Revisa  en  tu  interior acerca de  los  sentimientos  que abrigas,  si  ves  que  son  negativos,  recuerda  que  puedes  cambiarlos,  si cambias los pensamientos. Para ello   es necesario aceptarlos y  querer cambiarlos. Los sentimientos negativos afectan más  a quien los tiene  que  a  la persona  que los origina. A todos  nos  conviene abrigar  sentimientos positivos, lo cual puede lograrse  centrándose  en  las cualidades  de  los  demás,  aprendiendo   a perdonar,    tratando  de  comprender   sus puntos  de  vista,  su manera  de  ser.



Ejercicio.

Mira  en  tu interior  y piensa  en los sentimientos  que abrigas  hacia  las personas  con quienes   te relacionas. Piensa  si son positivos  o son negativos. Si son positivos  qué bueno, pero  si son negativos, puedes   cambiarlos  siguiendo  los  pasos  siguientes:

1.- Revisa   tus  pensamientos  y    descubre  su origen.

2.-Ahora  que  conoces  el  origen,  trata  de comprender  a  la persona  que los genera, ponte   un momento en  su lugar. Si  aún  así  no logras  comprender,  trata  de  recordar   una  atención,    un gesto  amable, un  favor,  una   actitud  positiva que  haya tenido contigo.   Si  no  logras recordar nada   bueno  para contigo,     simplemente perdónale  y   recuerda  que  cuando  perdonas,  eres  tú  quien  más se  beneficia  porque  te liberas,  y  puedes  accesar  a  todo  ese  cúmulo de bondad  que Dios  puso  en ti.

3.- Ahora  revisa  de nuevo  tus pensamientos...  y    recuerda  que  los  pensamientos  negativos  son  como  veneno  para  el  alma. Si  encuentras  pensamientos  negativos,  trata  de  sustituirlos  por  pensamientos  positivos,  de  ese  modo  estarás  limpiando  tu  mente.

5.-Haz  el  propósito  de  no  intoxicar  tu mente  y  tu corazón  con pensamientos  y  sentimientos  negativos. Cuando  te  sorprendan  pensamientos o  sentimientos   negativos, cámbialos,  sustitúyelos  y  haz  de  esto  un hábito,  vivirás  mejor.

Reconoce  que  así como los  demás   tienen  sus puntos débiles,  sus defectos, también tú los tienes. Si  te  han ofendido  perdónales  y libera todo  el  potencial de bondad  que  hay  en ti. Vivirás  mejor  y  te convertirás  en una mejor persona, pues  tu  mente  y  tu corazón  no  estarán  abrigando  pensamientos ni sentimientos  negativos.  Tomado de  Collar  de  perlas II, Secretos  para  hacer de  su  vida  un  viaje  placentero.