NO
TE PREOCUPES….DIOS YA LO SABE
Era una tarde de invierno, el
problema era serio
en verdad, estaba preocupada, no sabía
como enfrentar la situación.
Ya había hecho
todo lo que consideraba conveniente, pero aún no habían
resultados, y eso le tenía
inquieta, parece debía seguir
esperando.
Tratando de tranquilizarse y no dejarse llevar por pensamientos
negativos, se acostó en
la hamaca del corredor
y empezó a leer
un libro, siguió la
historia, pero, después
de una media hora quizá, con el
libro sobre el pecho, se
quedó dormida. De repente, como en esos
sueños que parecen
muy reales, se vio entrando
en una especie
de sala de cine, algo oscura y
vacía, caminó y
luego se sentó
en una butaca. No
habían más personas, estaba sola
en aquella gran sala,
era como si
el estar allí
formara parte de
un trabajo que
debía realizar. Se apagaron
las luces completamente, y comenzó
la proyección.
Al principio no se reconoció, después poco
a poco cayó en la cuenta que
era ella quien aparecía
en todas las
escenas. Vio personas conocidas,
unas que no veía en
mucho tiempo, otras
que miraba con
frecuencia, otras que
conocía de vista, y
unas que le
parecieron desconocidas y sólo
se presentaron una o dos veces.
.
Así
se proyectaron diferentes
situaciones, cosas que pasaban, a
veces participaba, otras sólo
observaba. En ocasiones se
daban alegrías, celebraciones; pesares,
preocupaciones, incertidumbre, al
final de cada serie se miraba a
veces muy risueña, otras pensativa, y en
algunas ocasiones muy seria, parecía
que algo no
andaba bien.
Vio
como cambiaba el
entorno, la gente, ella
misma cambiaba su apariencia,
su semblante, gestos,
expresiones, parece que
a medida que
sucedían cosas, se iba transformando. Era como
si de cada acontecimiento
adquiría algo que le
cambiaba la forma de ser,
de enfrentarse a
la vida. Se vio sentada entre sus cosas, a veces
leyendo, otras mirando
fotos, en ocasiones
platicando con personas que
sólo veía ocasionalmente.
A
medida que pasaba
la proyección miraba
nuevos lugares y
personas; unas llegaban, otras se alejaban y
algunas que aparecían en
forma periódica, a veces
muy distintas, unas
alegres, otras muy tristes,
y en ocasiones,
indiferentes. Cada una
llevaba un mensaje, una enseñanza, algo que
en ella se quedaba
grabado..... El final de esta historia puedes leerlo en HISTORIAS PARA EL ALMA...
1 comentario:
A veces somos sabios en nuestra propia sabiduria y nuestras lineas son rectas rectas, segun nuestro ver. pero Dios escribe muy distinto y escribe mejor, escribe pausadamente y en su silencio nos dice más que un trueno.
Dios nos conoce mejor que nosotros mismos, pues sabe lo que podemos ser.
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