ACEPTA TUS SENTIMIENTOS
Aceptar los sentimientos, es el primer paso para cambiarlos.
Los sentimientos provienen de los pensamientos.
De acuerdo a lo que pensamos, así sentimos y actuamos, aunque a veces no nos damos cuenta. Cuando se tienen sentimientos negativos hacia una persona, o hacia una determinada situación, es porque los pensamientos son negativos. A veces se llega a creer que los sentimientos no pueden cambiarse; la verdad es que sí se pueden cambiar, cuando se cambian los pensamientos.
Pero, ¿Cómo podemos cambiar los pensamientos?
Cuando se tiene un determinado pensamiento y quiere cambiarse, lo que debe hacerse es sustituirlo por otro, lo cual puede lograrse tan sólo con la voluntad. Los sentimientos son el producto de la asimilación que hacemos de los hechos, las personas y las cosas. Se originan por los pensamientos que se tienen, si los pensamientos son positivos, los sentimientos también lo serán.
Para una vida saludable es conveniente tener sentimientos positivos, los cuales pueden darse si los pensamientos también lo son. Los pensamientos nos orientan en el diario vivir. Ten cuidado con lo que piensas, te conviertes en lo que piensas, Collar de perlas. Secretos para hacer de su vida una joya, pág. 59.
Para tener pensamientos positivos, es necesario centrarse en lo bueno, en los aspectos agradables, en las cualidades, en las fortalezas, no en las debilidades, o en las cosas que nos desagradan. En cuanto a los sentimientos es importante aprender a aceptarlos, ya sean positivos o negativos. En ocasiones es difícil aceptarlos, pero es la única forma de poder cambiarlos. Los sentimientos positivos animan, entusiasman, generan optimismo, bienestar; los sentimientos negativos desaniman, incomodan, generan mal humor.
Si se tienen sentimientos negativos y quieren cambiarse, primero deben aceptarse, aunque ello genere conflictos internos por el “ deber ser” (Debo amar a mi hermana (o), a mi hija ( o), a mis padres, a mi esposa(o) pero a veces siento que les detesto, que me caen mal, me incomodan, me sacan de quicio). Después de aceptar estos sentimientos, es necesario revisar los pensamientos y creencias que se tienen. A lo mejor se han originado por malos entendidos, por una mala impresión, o por esquemas mentales que ya no tienen validez. No es un proceso fácil, pero vale la pena intentarlo, ya que los sentimientos negativos desgastan, incomodan y perjudican las relaciones.
Revisa en tu interior para darte cuenta de los sentimientos que tienes y si son negativos acéptalos, luego trata de cambiarlos mediante los pensamientos. Si crees que no puedes pide ayuda a Dios, recuerda que Él te conoce, sabe de tus dificultades y siempre te escucha. Sólo debes hablarle a través de la oración.
Generalmente, los sentimientos negativos hacia las personas nacen porque nos centramos en sus defectos, en sus puntos débiles, en lo que no nos gusta de ellas, o en las ofensas que ya sea queriendo o sin querer nos han hecho. Si en lugar de centrarnos en sus defectos nos fijáramos en sus cualidades, y nos animáramos a perdonarles, los sentimientos podrían cambiarse e internamente lograríamos mayor bienestar físico y emocional, mayor comprensión, lo cual es de beneficio para todos.
A veces las personas se niegan a cambiar los sentimientos como una forma de venganza, y otras veces, porque es más cómodo mantenerlos que reflexionar y cambiar los esquemas que han venido manteniendo en el transcurso de la vida, sin darse cuenta que con ello limitan el desarrollo de sus potencialidades, limitan su bienestar.
Revisa en tu interior acerca de los sentimientos que abrigas, si ves que son negativos, recuerda que puedes cambiarlos, si cambias los pensamientos. Para ello es necesario aceptarlos y querer cambiarlos. Los sentimientos negativos afectan más a quien los tiene que a la persona que los origina. A todos nos conviene abrigar sentimientos positivos, lo cual puede lograrse centrándose en las cualidades de los demás, aprendiendo a perdonar, tratando de comprender sus puntos de vista, su manera de ser.
Ejercicio.
Mira en tu interior y piensa en los sentimientos que abrigas hacia las personas con quienes te relacionas. Piensa si son positivos o son negativos. Si son positivos qué bueno, pero si son negativos, puedes cambiarlos siguiendo los pasos siguientes:
1.- Revisa tus pensamientos y descubre su origen.
2.-Ahora que conoces el origen, trata de comprender a la persona que los genera, ponte un momento en su lugar. Si aún así no logras comprender, trata de recordar una atención, un gesto amable, un favor, una actitud positiva que haya tenido contigo. Si no logras recordar nada bueno para contigo, simplemente perdónale y recuerda que cuando perdonas, eres tú quien más se beneficia porque te liberas, y puedes accesar a todo ese cúmulo de bondad que Dios puso en ti.
3.- Ahora revisa de nuevo tus pensamientos... y recuerda que los pensamientos negativos son como veneno para el alma. Si encuentras pensamientos negativos, trata de sustituirlos por pensamientos positivos, de ese modo estarás limpiando tu mente.
5.-Haz el propósito de no intoxicar tu mente y tu corazón con pensamientos y sentimientos negativos. Cuando te sorprendan pensamientos o sentimientos negativos, cámbialos, sustitúyelos y haz de esto un hábito, vivirás mejor.
Reconoce que así como los demás tienen sus puntos débiles, sus defectos, también tú los tienes. Si te han ofendido perdónales y libera todo el potencial de bondad que hay en ti. Vivirás mejor y te convertirás en una mejor persona, pues tu mente y tu corazón no estarán abrigando pensamientos ni sentimientos negativos. Tomado de Collar de perlas II, Secretos para hacer de su vida un viaje placentero.
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